Monday, September 12, 2005

Hoy fui

a Grouse Mountain con mi mamá. Deberé recordar este día.

/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/

Mi ojo maravilloso y perfecto háse puesto en rebelión: Contrario a su perfecta naturaleza, ha estado rojo, irritado, lagrimeando y doliendo durante 36 horas o más.
Su rebeldía infantil (sé que hácelo sólo por molestarme) llevólo a su estado actual desde ayer en la mañana, mientras trabajaba en la pizzería del SUB (student union building): Uno de mis colegas pizzeros, brillante -tan brillante como pueden ser los gringos {efectivamente, gringo tenía que ser}- golpeóme dentro del ojo (no alcancé a cerrarlo) accidentalmente (y sólo porque yo permitílo, para no interrumpir el curso natural del universo) con el cierre de una cubierta de plástico para las pizzas.
Ardióme? Dios, sí; AR-DIÓ-ME. Estuve ansiando que llegara el fin de la jornada, pero tuve que soportar el suplicio de estar convalesciente mientras trabajaba por cerca de 4 o 5 horas.
Por fin, al salir de trabajar, tomé mi vale de comida (me dan vales para comer gratis en ciertos negocios del SUB) y compré algo parecido a un burrito libanés. La oriental que atendía ese pseudorestaurante preguntó si estaba "ok" y "why are you crying?".
Hoy, el tipo que me vendió los boletos (para subir a Grouse Mountain en el teleférico [éste paréntesis aclaratorio fue añadido el 17 de marzo, a las 12:18am, al corregir este post]) mostróse preocuapdo también: "are you ok? is there anything I can do to help you?".
Sucede pues que cuando el ojo lagrimea abundantemente (como cuando lloras) gran parte de las lágrimas drenan por las excelsas fosas nasales... entonces, naturalmente, con el ojo así, he estado con la nariz congestionada; de ahí que todo el mundo piense que deshágome en llanto y que soy víctima de violencia intrafamiliar.
Yo esperaba que para ahora mi ojo estuviera mejor, pero como no estábalo, fui al hospital de UBC ahora en la mañana, cuya recepción, cuando llegué, estaba bañada en sangre. La recepcionista díjome que no acercárame y dio toda una vuelta para tomarme los datos en un lugar seguro (la sangre es peligrosa; todos los virus y bacterias {los aeróbicos, que no se mueren en la presencia del oxígeno} de la sangre del sangrante tienen la mala costumbre de saltarle a la yugular a las personas sanas como yo).
Me hicieron esperar mucho más de lo que había previsto, pero a fin de cuentas el doctor fue amable. Me dijo que tenía una rajada/hoyo en una capa que se llama no-sé-cómo (por increíble que suene, así se llama, lo juro!), y sólo pudo determinarlo después de que echóme un líquido amarillo que tiñó la herida. (Cuento con evidencias fotográficas que deberé publicar después).
En fin, creo que debería descansar en vez de estar escribiendo esto. Quizá eso plazca al ojo rebelde y compórtese propiamente otra vez.

4 comments:

R2 said...

¡Jaja! ¡La liga hacia el blog de Daria está mal!

LanthanumHexaboride said...

Arut: En efecto, estábalo, pero ya compúsela.

Monisch: En efecto, atrévense a comentar sobre algo que no soy YO o que no tiene nada que ver conmigo; por ello, esa persona está ya clínicamente muerta (estúvolo desde el instante en que atrevióse a poner tan vulgar comentario en mi blog; y hay otro, más abajo!).

Dios Dios said...

Quizá el ojo que rebélase es aquél que no tiene la herida. Digo, si la no homogeneidad es signo de rebelión, quizá debas fusilar al ojo que se atreve a NO sangrar por NO haber sido atacado por el gringo.

Dios Dios said...

Ajá... yo sigo viendo el asqueroso link a mi maravillosa porción de cielo MAL! Quizá olvidaste republicarlo o lo que sea.