Wednesday, October 18, 2006

Mi primer...

Facial.
Fue como ir con el dentista (dolió) con la diferencia de que terminé peor de como estaba.

Por razones de seguridad nacional, hube de interrumpir este post cuando apenas llevaba aquellas dos primeras líneas. (No es que tuviese mucho más que decir). A alguien --cuyo nombre no quiero mencionar por, insisto, razones de seguridad nacional-- se le ocurrió que debíame hacer un facial. Ciertamente, mi cutis jamás ha sido particularmente privilegiado y, por ello, de cuando en cuando es víctima del ataque de puntos negros que, con extrema osadía, osan convertirse en granos nauseabundos. Lo bueno es que desde hace tiempo el ataque dejó de ser subrepticio: Sé que la probabilidad de que mi rostro se infeste de granos es alta cuando duermo muy poco, cuando estoy muy estresado y/o cuando me atraganto ilimitadamente de grasas (desayunar pizza o algo semejante, algún chocolate de tentenpié, comer una bigmac con papas fritas o algo igual de mierdoso, un coctel de elote con litros de crema entrecomidas, y quesadillas con tortilla de harina y aguacate de cena...). Recientemente, conjuntáronse los tres factores y ¡oh sorpresa! Un grano por aquí, un grano por allá... es el nuevo baile de la t... (ejem; compostura [el que entendió, entendió]).
En fin... el facial me dejó el rostro adolorido (no gran cosa en realidad, pero quejarse es, a veces, todo un placer; especialmente en público y más cuando éste es irrelevante [y no es ninguna indirecta; es una MUY directa, diría yo]) y lleno de moretes y puntos rojos. Que se quitan al siguiente día. No lo creo, pero ya veremos.
Ojalá sí, porque cuando salí de la "clínica" no hallaba dónde meter la cabeza! Me daba vergüenza que me vieran hasta los pajaritos que cantaban con campancia sobre los árboles ver...-secos de Hermosillo. Y hoy, de entre todos, era el día menos indicado para ello (sólo porque hoy es el día de la semana que estoy menos tiempo recluido en la casa).
Sobreviviré.

Thursday, October 12, 2006

Mi amigo

AMIGO MÍO, NO SOY LO QUE PAREZCO. Mi apariencia no es más que el traje que visto, un traje cuidadosamente tejido que me protege a mí de tu curiosidad, y a ti de mi negligencia. El Yo que hay en mí, amigo mío, habita en la casa del silencio, y en ella vivirá para siempre inadvertido, inaccesible.
No quisiera hacerte creer en lo que digo ni que confiaras en lo que hago, porque mis palabras no son sino tus propios pensamientos transformados en sonido; y mis acciones, tus propias esperanzas convertidas en acción.
Cuando tú dices: "El viento sopla hacia el este", yo digo: "Sí, sopla hacia el este"; porque no quisiera hacerte saber que mi mente no medita sobre el viento, sino sobre el mar.
Tú no puedes comprender mis pensamientos marinos, ni yo quisiera hacértelos entender a ti. Preferiría estar solo con el mar.
Cuando es de día para ti, amigo mío, es de noche para mí; sin embargo, incluso así, hablo del mediodía que danza sobre las colinas y de la sombra escarlata que se abre paso sigilosamente por el valle; porque tú no puedes oír los cantos de mi oscuridad ni ver mis alas golpear contra los astros. Yo no quisiera dejarte oír ni ver. Preferiría estar a solas con la noche.
Cuando tú asciendes a tu Cielo, yo desciendo a mi Infierno. Incluso entonces tú me llamas a través del infranqueable abismo: "Compañero, mi camarada", y yo te respondo: "Camarada, mi compañero", porque no quisiera que vieses mi Infierno. La llama quemaría tus ojos y el humo inflaría tu nariz. Y amo demasiado mi Infierno para que tú lo visites. Preferiría estar solo en el Infierno.
Tú amas la verdad, la belleza y la justicia; y yo por ti digo que es bueno y apropiado amar esas cosas. Pero en mi corazón me río de tu amor. Pero no me gustaría que vieras mi risa. Preferiría reírme solo.
Amigo mío, tú eres bueno, cauto y prudente; más aún, eres perfecto, y yo también hablo contigo sabia y cautelosamente. Y, sin embargo, estoy loco. Pero encubro mi locura. Prefiero ser loco solo.
Amigo mío, tú no eres mi amigo, pero ¿Cómo hacértelo comprender? Mi camino no es tu camino; sin embargo, caminamos juntos, con las manos unidas.

Fragmento de "EL LOCO"
de Gibrán Khalil Gibrán.

__________________________________________________
MAAAAGISTRAL!!
Diría "GENIAL", si esa palabra no estuviese reservada para Bach, y SÓLO para Bach (al menos por un epsilon de tiempo e(t) por ahora indefinido...).